Hay que perder ciertas cosas, para poder ganar otras.
Pierde el miedo y la tristeza,
gana sueños, locura y pasión.
Pierde la vergüenza y el desconsuelo.
Gana calma, curiosidad y motivación.
Pierde la duda y el dolor.
Gana seguridad, alegría e ilusión.
Y por encima de todo, nunca te falles a ti
mismo
o
perderás la razón.
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