Volaron los minutos teniéndote cerca, ocultos y jugando mudos juntos a ese truco o prenda... Esas travesuras, que hacen que se te escape una sonrisa efímera de niña mala. Con el lenguaje de las manos, leyendo en braile cada surco de tu piel pero también tus labios... Me sentí astronauta cuando me abriste la puerta, perdido en tus lunares diciendo adiós a la tierra... Mi más sentido bésame, bésame, besayúname, ayúdame a deshacer la cama...